UC - Críticas
| País: España. |
Interpretación: José Coronado (Santos Trinidad), Rodolfo Sancho (Rodolfo), Juanjo Artero (Leiva), Helena Miquel (juez Chacón), Pedro María Sánchez (Ontiveros), Nadia Casado (Celia). |
ROCK'N'ROLL
"No Habrá Paz Para Los Malvados" es el contundente título de este thriller impregnado en negro del mayor experto en la materia de nuestro cine, el director Enrique Urbizu. Aclamado por la crítica casi unánimemente, nos encontramos con una película de arranque contundente y media hora final demoledora, que sin embargo no queda privada de ciertas lagunas narrativas en su parte central, pero siempre dentro de un estimulante ejercicio de estilo.
“No habrá paz para los malvados” nos sitúa en Madrid, un domingo cualquiera, otro más, en el que el inspector de policía Santos Trinidad, de camino a casa, ya muy borracho, se ve involucrado en un triple asesinato. Pero hay un testigo que consigue escapar y que podría incriminarle. Santos Trinidad inicia la caza del hombre, emprende una investigación destinada a localizar y eliminar al testigo. Mientras tanto, la juez Chacón, encargada de la investigación del triple crimen, avanza meticulosamente en la búsqueda del asesino. Ambos, Santos y Chacón, van a descubrir que nada es lo que parece, y lo que empieza siendo un simple caso de tráfico de drogas, desembocará en algo mucho más peligroso. Sólo Santos parece ser capaz de impedirlo, siempre que la juez Chacón no consiga detenerle antes.
La trama es menos compleja de lo que parece, pero el espectador menos atento puede sentirse por momentos perdido mientras sigue las pesquisas de los protagonistas encarnados por el reverso de una misma moneda, el policía irrascible de pasado turbio y la jueza serena e implacable que investigan un mismo asunto sin saberlo para impartir justicia. Urbizu se centra en la decadente mirada de su personaje central de nombre inolvidable, Santos Trinidad, interpretado de forma magistral por ese gran actor a menudo infravalorado, José Coronado. Es una lástima que los personajes se queden en la superficie y el guión no acabe profundizando en ellos para sacarles todo el jugo posible.
Santos Trinidad se convierte entonces más que en un personaje real en una especie de ángel exterminador llegado del averno de sus propias miserias para ajusticiar un mundo al que repudia y que le repudia a él, a modo de redención de sus propios pecados. Es ahí donde la película funciona mejor y donde Coronado se convierte en la película. Mención merece también la gratificante presencia de Helena Miquel (cantante de "Élena" y "Delafé y las Flores Azules") que ya debutó como actriz en la interesante "El idioma imposible" y que aquí ofrece nuevamente su magnetismo con la cámara. En "No Habrá Paz Para Los Malvados" se echa en falta algo de ritmo y de emoción, pero Urbizu nos gana con la atmósfera, con la negrura de la propuesta y con su apuesta por el cine de género.
